Internacional. En el mundo en constante evolución de la tecnología, el concepto de hogar inteligente está pasando de ser un simple truco de fiesta a una revolución que cambiará radicalmente la forma en que vivimos en nuestros hogares.

El envejecimiento es un desafío que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. A medida que nuestros cuerpos y mentes cambian, nuestras necesidades de vivienda también evolucionan. Aquí es donde la tecnología inteligente desempeña un papel fundamental. La automatización del hogar puede permitir a las personas mayores envejecer en su propio espacio, brindándoles la independencia que anhelan. La tecnología de asistentes de voz permite a los propietarios comunicarse con sus dispositivos sin levantarse, desde ajustar la temperatura hasta configurar recordatorios de medicamentos.

Uno de los mayores temores para las personas mayores son las caídas. Sin embargo, los dispositivos portátiles equipados con sensores de detección de caídas pueden detectar automáticamente una caída y tomar medidas de emergencia, como notificar a los servicios de emergencia o contactos designados. Esta tecnología no solo brinda tranquilidad a los adultos mayores, sino que también alivia a sus seres queridos, permitiéndoles mantener su independencia y conectividad. Aunque ya es común en residencias de ancianos, es igualmente aplicable en hogares particulares.

Recuperando el control energético

La reciente crisis energética nos ha alertado sobre la importancia de administrar nuestro consumo de energía. En un esfuerzo por reducir los costos de servicios públicos, hemos ajustado termostatos y modificado nuestros hábitos. Pero, ¿qué tal si pudiéramos controlar nuestro consumo de energía durante todo el año?
Los dispositivos de monitoreo de energía proporcionan datos en tiempo real sobre el uso de energía, lo que nos permite tomar decisiones informadas para reducir el desperdicio y las facturas. Estos sistemas desglosan el consumo energético por dispositivo, electrodoméstico o área de la casa, brindándonos una comprensión detallada de nuestros patrones de uso. Esto nos permite identificar áreas de optimización, cambiar hábitos de uso y adoptar electrodomésticos energéticamente eficientes.

Los termostatos inteligentes son solo un ejemplo de dispositivos de gestión energética que pueden ajustar la temperatura para ahorrar energía cuando no estamos en casa. Además, se pueden integrar con fuentes de energía renovable como paneles solares o turbinas eólicas. Al monitorear la producción y el consumo de energía, los propietarios pueden optimizar el uso de energía renovable, priorizando su utilización y brindando información sobre los beneficios financieros y ambientales de la energía limpia.

Adiós a la duda: acceso y control remoto

Todos hemos experimentado momentos de incertidumbre, como preguntarnos si dejamos las luces encendidas al salir de casa o si recibiremos un paquete mientras estamos fuera. La tecnología inteligente ha resuelto este dilema al permitir el acceso y control remoto de nuestros hogares. Con aplicaciones móviles, los propietarios pueden supervisar y controlar varios aspectos de sus hogares desde cualquier lugar del mundo.
Esto va más allá de simplemente ajustar el termostato. Las cámaras de seguridad, puertas, iluminación y otros sistemas se pueden controlar con facilidad. Los controles remotos incluso pueden funcionar de manera proactiva, enviando alertas ante actividades inesperadas.

La tecnología inteligente ha llegado para quedarse y nos brinda una visión emocionante de cómo será el futuro de la vida en nuestros hogares. Con avances continuos y soluciones innovadoras, no pasará mucho tiempo antes de que los dispositivos inteligentes se conviertan en compañeros indispensables en nuestra vida cotidiana.

 

 

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