Las tendencias constructivas de los últimos años han incorporado en la concepción del proyecto inmobiliario elementos de sustentabilidad en miras de lograr una mejor eficiencia energética aprovechando el entorno donde se encuentran emplazados.

Por: Federico Catriel Giana*

Aislantes térmicos, piel de vidrio, pinturas naturales, incorporación de madera y de celulosa, almas de acero, diseños Passivhaus, programas de compensación de emisiones de CO², gestión y reciclaje de residuos han sido en mayor o menor medida las respuestas del mercado ante el impacto ambiental que provoca la construcción de una edificación. Si bien todas estas soluciones son acciones directas para contrarrestar el cambio climático, las mismas están centradas principalmente en el desarrollo inmobiliario, no así en la ocupación y la experiencia humana del uso e interacción con la edificación.

La experiencia humana

Históricamente, el mercado local argentino ha estado acostumbrado a demandar energía económica o barata -en términos comparativos con los valores de la región- es por ello que no existe cultura de eficiencia energética, y son escasas las aplicaciones que optimizan el uso de la energía de una propiedad; sin embargo, la actual Crisis Energética producida por las dificultades en la matriz productiva, los aumentos en los costos del transporte de la energía, la inminente quita de los subsidios estatales y subas de tarifas, se han convertido en preocupaciones que atraviesan a consumidores, pymes y grandes empresas en su relación de consumo energético.

 Las empresas han sido pioneras en lograr un mayor control energético de sus espacios, dado sus programas de RSE -responsabilidad social empresaria-, la necesidad de mejorar sus costos y la persecución de metas energéticas alineadas con programas corporativos con implicancia de los ODS 2030 -Objetivos de desarrollo sostenible fijados en 2015 por la ONU, que persiguen metas para proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo-, generando una demanda de tecnología aplicada para la obtención de ahorros energéticos y control de los subsistemas de las edificaciones; demanda que se replica lentamente en el mercado residencial.

KNX, un protocolo de domótica

La integración de los subsistemas de una propiedad -iluminación, refrigeración, cortinado, riego, comunicaciones, seguridad, etc.- de forma tecnológica con el fin de obtener eficiencia energética, seguridad, bienestar y el máximo confort y experiencia de usuario de la propiedad, se denomina “Domótica”.

Actualmente, cuenta con más de 600 fabricantes, con operaciones en más de 70 países y ofrece las soluciones de tecnología aplicada para alcanzar los ahorros energéticos propuestos, disminuyendo la huella de carbono de las edificaciones y logrando importantes ahorros dinerarios en las tarifas mensuales, erigiéndose como el principal protocolo de automatismos y sistemas de control que contribuye con hasta 6 metas ODS 2030, de manera que logran la máxima eficiencia energética y control de los servicios integrados de las edificaciones existentes o en desarrollo, siendo una verdadera solución Sustentable. En Argentina las soluciones KNX están presentes en los principales edificios corporativos y en importantes proyectos residenciales.

 

* Secretario del Grupo nacional KNX Argentina, Integrante del organismo de estudio de la AEA (Asociación Electrotécnica Argentina) y Socio fundador de Levint Partners SRL, una empresa especializada en Automatización    edilicia KNX, con áreas de property management.

 

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